Donde la literatura y la maldad se toman un té

viernes, 30 de diciembre de 2016

Este puerro sigue siendo Nosotros después de las doce



Veréis, queridos hierbajos, estoy en un avión y cada vez que abro mi mochila sale un delicioso aroma a queso polaco. Tengo hambre. Pero este no es el tema. Yo he venido a hablaros de cierto puerro.

Ah, pero primero (antes de que se me olvide): hay una cosa que me gustaría aclarar por si las moscas. Lo que dijo Zarza sobre mi recién estrenada afición a las terminaciones en masculino no es exacto. No me siento «Ortigo». Mi nombre es Ortiga y sigo adhiriéndome a clasificaciones de género no binarias. No es lo mismo identidad de género que expresión de género. Queda dicho.

Ahora sí: hablemos de puerros.

Hay una cosa que debo confesaros, hierbajos, y es que este libro que ha quedado apuntito, apuntito de que le colgase la etiqueta de Honrosa excepción. Sí, sí: casi habemus núcleo. Al final, por desgracia, la cosa se queda en moraleja, pero es indudable que Laia Soler ha mejorado como escritora desde su primera novela a esta parte. Todas mis felicitaciones.

¿Qué cosas han mejorado?, quizá os estéis preguntando. Pues veréis: aparte del casi núcleo, en este libro te encuentras con algunas desfamiliarizaciones (como ya dije en mi anterior entrada al respecto) y algunas otras figuras literarias con aparente intencionalidad. El narrador sigue siendo explicativo y algunas de las intenciones de la autora no están lo bastante trabajadas, pero hay subtext y hay intención comunicativa. Soy una Mala Hierba feliz.

Creo que la moraleja hubiera dado para un núcleo más que decente, pero al final la autora no se moja y no reflexiona al respecto, se limita a hacer que el personaje acepte que una determinada actitud es buena y otra, mala. Y cuando digo que no reflexiona al respecto es que realmente no se para a pensar en el berenjenal en el que se ha metido…

SPOILERS AHEAD


miércoles, 21 de diciembre de 2016

Este puerro es Nosotros después de las doce


¿Qué puerros es esto?

Quiero decir que no me sorprende que haya gente a la que le gusta la manera de narrar de esta autora. Laia Soler tiene preferencia por las historias sencillas y amenas (se mete en más de una camisa de once varas y habla de cosas que no controla, pero al margen de eso…). No se mete a hacerle la cabeza un lío a nadie con sesudísimas tramas cruzadas e intrincados juegos de pistas ocultas: lo que lees es lo que hay y sus historias suelen tener un toque de amabilidad, por decirlo de alguna manera, que entiendo que a algunas personas les pueda parecer entrañable. Tal vez esto es a lo que la gente se refiere cuando hablan de «escribir con sentimiento». La literatura sincera no me parece que sea buena literariamente hablando, pero, como digo, entiendo por qué a la gente le puede gustar.

Lo que sí me hace rechinar un poco los dientes, no obstante, es leer cosas como la descripción de Amazon: «Laia Soler es una de las jóvenes escritoras más talentosas de la literatura juvenil actual». Lo lamento: tengo que discrepar. Me consta que hay otros escritores con mucho más talento que esta mujer. Sí, puestos a comparar, creo que Laia Soler tiene más mérito ahora mismo que, por ejemplo, Laura Gallego, aunque sea solo por un detalle muy sencillo: donde Laia coge y te escribe una sencilla y amena historia de doscientas páginas, Laura se las ingenia para añadirle dos epílogos, un prólogo, tres tramas paralelas, quinientas páginas extra que a nadie le importan y te lo vende como una trilogía de fantasía épica, invariablemente. Pero, ¿sabéis qué?, que puestos a comparar también podría decir que Jorge Cienfuegos, persona de la que seguramente muy pocos habéis oído hablar (si es que alguno lo ha hecho), le da a Laia Soler tres vueltas y todavía regresa y se pone a caminar con ella, porque es así de majo [Zarza y Ortiga: ¡¡Jorge Cienfuegos, TE QUEREMOS!]. Creo que Laura Tejada tiene cuatro veces más intención comunicativa (e interés comunicativo, ya que nos ponemos a ello) que Laia Soler. Pero, en fin, también entiendo que decirle a tus potenciales compradores que escoger tu producto les convierte en personas inteligentes es una de las estrategias de márquetin más viejas del mercado.


lunes, 19 de diciembre de 2016

Este puerro es Dalas Review


¡Comenzamos! ¿Qué puerros es esto?


Sólo tengo una cosa que decir: «película porno de edificios cachondos».

Y ahí os dejo con la intriga de saber qué demonios se estaba fumando este iluminado.

Lo que te lanza Internet cuando buscas "porno arquitectónico".

Lo que se entiende en realidad de la imagen que
el muchacho pretendía describir: alien acid spit.


jueves, 8 de diciembre de 2016

Hablemos de sexo, o... mejor ahorrémonoslo (6)

Queridos hierbajos:

Vengo hoy con los ánimos alterados y la fe en la humanidad un poco golpeada. A ver si me animo.

Esta sección surgió para hablar de «sexo» y al final he terminado hablando de un batiburrillo de temas, desde identidad de género hasta feminismo. Hoy no voy a romper mis costumbres, así que vengo con una reflexión que poco o nada tiene que ser con sexo: nada sesudo, vaya, sólo algo que me está dando vueltas por la cabeza esta mañana.


sábado, 3 de diciembre de 2016

Mix mini-opiniones de Ortiga #3

Tercera entrada de mini-opiniones. Diría que «¡estoy en racha!», pero tal vez lo que debería decir es «¡seré puta vaga!». Sé que nos habéis pedido sangre, pero... «¡seré puta vaga!» sigue siendo aplicable [puede que el hecho de que lleve desde octubre trabajando de mañana y de tarde y esté teniendo que tirar de material que ya dejé previsoramente preparado tenga algo que ver].

Sí, queridos hierbajos: sigo leyendo, y sigo sin maldita gana de criticar. Así que voy a seguir lavándome las manos con estas entradas tan facilonas.

Y esta es la última entrada que dejo preparada antes de largarme a Islandia.

¡Ahí os quedáis, pringados!


sábado, 26 de noviembre de 2016

Mix mini-opiniones de Ortiga #2

Pues vengo con otra entrada de mini-opiniones. Estos días, creo que ya os lo dije, me he apropiado del Kindle de mi padre y la verdad es que me paso la mayor parte del tiempo leyendo. Nunca pensé que llegaría a decir esto, pero… quiero un Kinder Kindle. Sí, soy una traidora, lo sé. La carne es débil. Los ojos, también. Donde antes me tiraba doce horas al día delante de la pantalla del ordenador, leyendo, escribiendo, corrigiendo y, sí, no lo negaré, perdiendo el tiempo en internet de maneras de lo más variadas; donde antes terminaba con los ojos a punto de caérseme de las cuencas de tanto mirar la pantalla; el Kindle me ha devuelto la ilusión de leer horas y horas y horas sin tener que preocuparme de acabar quedándome ciega antes de alcanzar siquiera los 30.

Quiero un Kindle. Que me perdonen los libros.

El caso es que llevo leyendo sin parar durante la última semana, así que tengo material nuevo sobre el que escribir.

Y aquí vamos.


martes, 22 de noviembre de 2016

No hay besos sin hierbabuena, de Ariadna Espino

Título: No hay besos sin hierbabuena
Autora: Ariadna Espino
«Las cosas nunca son fáciles, pero Claudia piensa que lo serían un poco más si sus hermanos no hubieran huido de casa hace tantos años. O si le gustara la carrera que está estudiando. O si su madre dejara de ordenar las cosas de tres en tres. O si su novio entendiera que si Claudia tiene que marcharse a Estados Unidos, [Ortiga: no sé quién eres, pero si sigues cerrando incisos que no has iniciado te encontraré y te mataré O.O] es porque su hermana la necesita.
Las cosas nunca son fáciles, pero Claudia piensa que lo serían mucho más si Hunter no la mirara con esos ojos de tempestad. Si dejara de pedirle [Ortiga: esto… ¿referentes, por favor?] que no vuelva nunca a España y, sobre todo, si ella no sintiera algo por él.
"No te vayas", dice Madrid. "Quédate", dice Estados Unidos [Ortiga: ¡qué países tan parlanchines!]. Mediante un blog, esta joven madrileña intentará poner en orden sus pensamientos y tomar una decisión. Porque las cosas nunca son fáciles, pero a veces Claudia cree que algún día lo fueron. Hace mucho. Cuando la noche olía a hierbabuena.
No hay besos sin hierbabuena es un viaje al corazón de Estados Unidos a través de las emociones y los más profundos anhelos, un canto al difícil camino hacia la madurez [Ortiga: ya está. Es oficial: me has matado. Muerta. Exijo que los sinopsistas dejen de mandarnos de viaje montados en emociones. O tendré que empezar a mandar yo gente a paseo. Es una amenaza. En serio, lo es. Hay mejores medios de transporte (y formas menos remasticadas de decir esto). Se agradecería un poquito de originalidad]».

viernes, 18 de noviembre de 2016

Lista de cosas que a Ortiga le da infinita vergüenza ajena leer en una historia

Sí, sí, queridos hierbajos. No soy como Zarza, nunca he sido especialmente fan de las listas, salvo que sean listas de cosas que no debo olvidar hacer, pero hoy vengo con algo que no suelo hacer.

Estoy leyendo ahora mismo un libro cuyo título no desvelaré, por deferencia a la o las personas detrás de la idea, que para algo es una víctima voluntaria. Y el caso es que este libro me está dando tantísima vergüenza que me cuesta hasta reírme. Solo tengo ganas de taparme la cara con ambas manos y apenas me alcanza para leer por entre los dedos.

Con lo cual he decidido hacer una lista, porque no sé si voy a verme con fuerzas de hacer una crítica como tal de esta historia, pero desde luego hace falta señalar con dedo acusador algunas cosas.

Así pues, aquí tenéis la fantabulosa Lista de cosas que a Ortiga le da infinita vergüenza ajena leer en una historia (más aún si es una historia amateur):

viernes, 11 de noviembre de 2016

Mix mini-opiniones de Ortiga

Queridos hierbajos, estoy así como con ganas de leer, pero no con ganas de criticar demasiado. Así que se me ha ocurrido una idea. Aprovechando que de todas formas este verano [sí, tengo estas entradas escritas desde hace mucho tiempo, ¿qué pasa?] voy a hacer un viaje al que no me voy a llevar el ordenador y, por tanto, no voy a tener ocasión de ir tomando notas de los libros que vaya leyendo, voy a escribir una entrada (o quizá dos, dependiendo de cuántos libros me lea) con una batiburrillo de opiniones cortitas sobre los libros en cuestión.

Avisados quedáis: esto no son de mis críticas habituales. Como tengo una fuerte deformación profesional, para mejor o para peor, voy a seguir usando mis términos y criterios habituales, pero esto es lo más cerca a una reseña como tal que probablemente me vais a ver escribir.

Que os aproveche. Eso sí, os advierto de que es posible que encontréis «spoilers» (no lo que yo consideraría spoilers de verdad, porque son cosas que puedes ver perfectamente venir cuando empiezas a leer, pero… meh). La lectura queda bajo vuestra responsabilidad.


sábado, 5 de noviembre de 2016

Soundtrack, de Elena Castillo Castro

Título: Soundtrack. La banda sonora de nuestra vida
Autora: Elena Castillo Castro
«Tras cada canción hay una gran historia de amor.
La vida de Sissi Star [Ortiga: sí, sí, es su nombre real] es un recopilatorio de grandes éxitos musicales, en su mayoría originados por los hermanos Butler. Jamás pensó que al mudarse a Greenwich (Connecticut) su vecino Matty recolocaría los acordes de sus sentimientos mientras Dean los descolocaba. De cantar en el banco de su ventana [Ortiga: y la ventana es de...] pasará a la realidad de triunfar en los mejores escenarios, y para ello, [Ortiga: coloca bien esas comas, anda] Sissi romperá y recompondrá su corazón tantas veces como diferentes combinaciones de notas es capaz de componer. 
Del primer amor al último en 22 tracks que conforman la más bonita de las bandas sonoras para tres corazones destinados a estar juntos».

Tres corazones destinados estar juntos. Oooooh, ¡qué bonitoooo!

Queridos hierbajos, este libro es tan bueno que no puedo señalarle ni un solo fallo. Es perfecto. Maravilloso. ¡Me encanta! ¡Lo meteré en la sección de Olvidados!

Pff. Por favor, ¿por quién me tomáis? ¿De verdad creísteis que comenzaría tan pronto con la demencia senil? Lamento decepcionaros.

Esta sinopsis, hierbajos, es una mentira por selección: no es exactamente falsa, pero está pensada única y exclusivamente desde un punto de vista comercial, con un claro objetivo de ventas (idea del triángulo amoroso, con dos hermanos de por medio para darle más caché y esas cosas). No tengo nada que decir de ella salvo que es vomitivamente pastelosa y que lo de los corazones tiene una solución sangrientamente sencilla.

Total, que tenemos un drama adolescente protagonizado por una chiquilla que se dedica al mundo de la música. Esa es la trama: la muchacha enamorándose de gente, cantando y haciendo giras por el mundo. Me ha resultado un texto ameno y entretenido, pero no tiene ningún valor a nivel narrativo.

Núcleo no hay. Salvo quizá por un retorcido: si no puedes tener al hermano que quieres, termina quedándote con el otro, y así ad nauseam. Dentro de la historia, el desarrollo y bamboleo del romance es comprensible, aunque la protagonista sigue siendo sistemáticamente una persona de lo más egoísta y poco preocupada por los sentimientos ajenos.

La autoridad de la voz narrativa es bastante decente: no hay una especialización en el lenguaje que dé sensación de cátedra, pero la autora se vale de elementos sencillos para ponerle voz a su narrador y, en mi ignorante opinión sobre música, parece que funciona (más que vocabulario especializado, que también hay algo, son interesantes la selección de elementos y los detalles en los que la protagonista repara concerniente al mundillo).

sábado, 29 de octubre de 2016

Anna vestida de sangre, de Kendare Blake

Título: Anna vestida de sangre
Autora: Kendare Blake
«Cassio Lowood ha heredado una inusual vocación, la de matar a los muertos. Su padre también lo hacía, hasta que murió truculentamente a manos de un fantasma al que intentaba dar caza. Ahora, armado con el misterioso amuleto de su padre, Cas viaja por Estados Unidos junto a su hechicera madre y un gato que olisquea fantasmas. Siempre tras leyendas populares, intentan acabar con los molestos y crueles espíritus que se cruzan en su camino. Un nuevo caso les lleva a una ciudad en busca de un fantasma al que todos llaman "Anna vestida de sangre". Cass espera lo habitual: persecución, caza y matanza. Pero lo que encuentra es a una chica furiosa atrapada en una maldición, un fantasma distinto a todos los demás. Todavía lleva el vestido del día en que cometieron su brutal asesinato en 1958, un vestido que un día fue blanco y ahora aparece cubierto de sangre. Desde el día de su muerte, Anna ha asesinado a todo aquel que ha osado entrar en la casa abandonada que, una vez, fue su hogar. Pero, por alguna razón, a Cas le perdona la vida».

La verdad es, queridos hierbajos, que últimamente estoy poco motivada para escribir críticas. Me apetece leer, pero sin el trabajo posterior. Así que, sin arrepentimiento alguno, os advierto que esta entrada va a ser corta (:D).

No voy a meterme con la sinopsis en esta ocasión. Salvando algún referente ambiguo, no es una sinopsis particularmente mentirosa.

La trama es básicamente lo que ya nos cuentan: un chico adolescente que se muda a un sitio nuevo atraído por la leyenda de Anna vestida de sangre con el objetivo de matarla, porque se dedica a eso. Anna es un fantasma muy chupi y especial y poderoso y no se carga a Cas (aunque podría) por motivos que nunca llegan realmente a aclararse (por qué nadie lo sabe: lalalala, ¡lo hizo un mago! [era necesario para que la historia no terminase de manera prematura, punto]). Muertes truculentas, adolescentes, hechizos para deshacer la maldición de Anna… Está entretenida, la cosa, en mi opinión. Y es interesante seguir el viaje del héroe, aunque la aparición del malo adicional al final de la novela me parece un pobre intento de reencauzar una historia que ya había terminado. Queda un tanto salido de la manga.

Núcleo no hay, por desgracia. Aunque en el epílogo la autora nos explica que quizá de lo que quería hablar durante la trama es de que «la vida no es justa», cosa que me hubiera parecido un núcleo fantástico para una historia y me hubiera molado mazo leer esta historia con un núcleo así. Lamentablemente, ese núcleo no está lo bastante trabajo en el texto.

sábado, 22 de octubre de 2016

Miss Peregrine’s Home for peculiar children, de Ransom Riggs


Bu.

No sé si ahora mismo queda aluna mala hierba en el país, y, llamadlo nostalgia, llamadlo incertidumbre, llamadlo cualquier cosa, he decidido dejar de rapiñear y salpicar de comentarios más o menos malévolos y más o menos aleatorios las entradas de Ortiga para hacer yo críticas de los libros que he leído. De algunos, en cualquier caso.

De los que recuerde y cómo los recuerde. En cualquier caso.

Ya sabéis que soy desordenada como un matojo de zarzas, no vamos de fingir lo contrario.

Uno de los libros que leí mientras Cicuta y yo estábamos en pleno campamento de escritores en febrero (y temíamos/esperábamos que la nieve bajara de las montañas) fue Miss Peregrine’s Home for peculiar children. Había comprado esta novela unos meses antes (hace ya casi un año, de hecho), en una librería solitaria y oscura, mientras seguía el camino de baldosas rojas de Boston. Y, voy a ser sincera, la había dejado sentada en mi estantería. De vez en cuando se la enseñaba a mi ahijada para asustarla con las fotografías en blanco y negro, pero poco más.

lunes, 17 de octubre de 2016

Una estrella en mi jardín, de W. Davies

Título: Una estrella en mi jardín
Autora: W. Davies
«Algunos dicen que el miedo no es real, otros que la locura no puede ser lógica y luego están los que se atreven a asegurar que una estrella no puede vivir en un jardín [Zarza: ya, ¡esos locos! ¡Se atreven a asegurar semejante cosa!].
Claro que ellos no conocen a Alicia Little, una chica que tiene fobia a la gente y que vive escondida en casa de su abuelo hasta que una historia, una estrella, un armario y un nuevo vecino cambian su pequeño mundo de mentiras y la retan a vivir en el mundo real. Charlie le ensenará a fotografiar quizás a través de sus dibujos, a creer en seis imposibles antes del desayuno y cómo una persona puede hacerte sentir diminuta o gigante en el tiempo que tarda en caer al suelo un bote de mermelada, incluso cuando el miedo se empeña en hacerte invisible. ¿Podrá Alicia amar algo que teme? ¿Será la curiosidad más grande que el miedo?
Pierde el miedo y déjate seducir por este homenaje a Alicia en el País de las Maravillas cargado de quizás, pero cuidado; al miedo le encanta robar sueños [Zarza: gracias por la advertencia. Lo tendré en cuenta]».

Aún no he decidido qué me indigna más: la coma que falta por omisión de verbo en la primera línea, o la idea de seguir utilizando el romanticismo para salvar a todo el mundo de todas sus miserias. Estoy mintiendo, sí que lo he decidido. Estoy entrando en una fase de odio absoluto hacia la amatonormatividad de aquí a la Conchinchina [queridos, esta vez no soy yo: sois todos los demás :D]. Y tampoco veo por qué la invisibilidad iba a ser incompatible con el hecho de ser grande o pequeña, pero eso es otro tema.

Veamos, ¿qué puedo deciros de este libro? No me lo he comprado (ni me lo voy a comprar), así que, poco. He descargado las primeras páginas gratuitas de Amazon (sí, otra vez) y de ellas es de lo que os voy a hablar. En concreto, quiero hablaros del prólogo, porque el prólogo, queridos hierbajos, no tiene desperdicio.

No sé cómo se las han ingeniado estas autoras [quizá recordéis que W. Davies esconde a dos... mmm... entusiastas escribiendo a cuatro manos] para hacerlo incluso peor que con su anterior libro, Recuerda que me quieres. Para atrás como los cangrejos.

El prólogo de la novela Una estrella en mi jardín, queridos hierbajos, comienza como os copio a continuación:

viernes, 7 de octubre de 2016

Zelic, de Raiza Revelles y Sebastián Arango

Título: Zelic [Zarza: o lo que le pasa a un cani cuando es alérgico al gluten]
Autores: Raiza Revelles y Sebastián Arango
«Siete responde al nombre de "ciudadano Y017713937" [Ortiga: ¡ahí es nada! Como para llamarle por la calle…], vive en Hutrón [Ortiga: cada vez que veo este nombre pienso en hurones. ¿A nadie más le pasa?], y es un experto diseñador de software [Ortiga: por supuesto. ¡Qué duda cabe!] que trabaja en el proyecto Zelic, un sistema domótico [Ortiga: sí, sí, de los que te suben y bajan las persianas a horas programadas. Casi no puedo con la intriga] único al que quiere dotar de un cuerpo humano.

Para lograrlo, deberá viajar a la Tierra, un antiguo planeta desgastado [Ortiga: ahora tienen un nuevo planeta desgastado] y consumido casi en su totalidad [Ortiga: ¿ya (casi) no queda planeta? Y ¿dónde piensan aterrizar?] que, además de ofrecerle la formación que necesita para llevar a cabo su gran proyecto [Ortiga: en la Tierra, planeta desolado, tienen la formación que nadie le puede ofrecer en el moderno y chachiguay Hurón. Comprendo. Zarza: claro, los hurones son bichos muy... ¿cómo se llama cuando una criatura puede volverse contra ti? Ortiga: olorosos. Zarza: eh... no. Subversivos], lo liberará de las estrictas normas que rigen el planeta Hutrón [Ortiga: ya veis: los hurones, que son unos bichos muy estrictos. Zarza: y subversivos. Ortiga: y olorosos]».


¿Cómo os diría yo?... Me quiero reír.

Y los de Planeta [Hurón] es que no se cortan un pelo, ¿eh? Ya en su página lo dicen sin tapujos:

«POR QUÉ LEER ZELIC. LA NUEVA TIERRA
1 Raiza Revelles es la booktuber (youtuber especialista en libros) más seguida en lengua española. Sebastián Arango es un youtuber más populares».

Una razón. ¿Necesitas más? Yo no. Máxime si me lo dicen con agramaticalidad. ¿Qué puedo decir? Soy una chica fácil de conquistar [Zarza: esa operación está sin acabar. Sebastián Arango es «un youtuber + populares» igual a... ¿qué? Ortiga: youtuber & co. :D Zarza: ah... ya comprendo: Sebastián Arango = youtuber + populares. Es una manera en clave de decir que tiene varias personalidades (una de ellas es un youtuber y las demás son populares). Comprendo, comprendo].

Pero, con agramaticalidad o sin ella, os juro que no me voy a gastar 13,29 euros en un ebook. Estamos tontos. ¿Me están vendiendo un libro o es que piensan comprimir a los autores e incluirlos en el archivo antes de enviarlo? Porque… jo-der, colega.

He de admitir que, últimamente, cada vez que me topo con el sello Planeta es para que el pobre se hunda un poco más él solo en el fango.

Total… que a este libro le eché el ojo porque Sebas Gourmet G. Mouret lo mencionó en uno de sus vídeos de novedades editoriales. Era un libro escrito por youtubers, así que, como podréis comprender, no fui capaz de resistir la tentación. Estaba ya tonteando con la idea de hacer una segunda edición de las Jornadas Sangrientas, como varios nos habíais pedido en muchas ocasiones, y, aunque de momento no parece que vaya a haber un evento como tal, esta entrada no me la quita nadie.

Sigo siendo una puta vaga, así que he decidido que voy a repetir el formato que utilicé antes del verano para El fuego en el que ardo.

Aquí tenéis la muestra gratuita de Amazon corregida por una humilde servidora a base de pantallazos.

De nada.

jueves, 6 de octubre de 2016

¡¡Ortiga ha vuelto!! Quiero decir… err… ¡¡Se acabó el evento!!

Sí, queridos hierbajos, después de dos meses un tanto incomunicada por diversos motivos, he regresado. Temed.

A esto se le suma que Zarza sigue siendo una furcia y hace como diez días que dijo que cerraría oficialmente el evento [¡te miro acusadoramente! O.O]. Y aquí estamos. Pero bueno, la dejé aquí plantada y sola como una pobre margarita a cortar el césped, así que tampoco nos vamos a poder exquisitos.

El caso es que el evento Pon una Mala Hierba en tu libro debería haberse cerrado hace mucho, mucho tiempo. Ninguna de nosotras tenía pensado alargar tanto esta tortura en particular, pero una serie de circunstancias se confabularon para truncar nuestras benéficas intenciones [incluso cuando no queremos ser malas, el universo nos obliga a mantener el equilibrio cósmico. ¡Pensad en la de catástrofes que podrían acaecer de lo contrario! De nada].

Así pues, el evento queda oficialmente clausurado. Por fin.

Zarza no sé, pero al menos yo tengo la intención de (quizá) continuar mi fic, porque me he viciado. Sin embargo, no sé cuándo tendrá lugar esta hazaña, y llegado el momento ya me pensaría si lo cuelgo o no en el blog [¡os quedáis con las ganas, pringados! MUAJAJA].

Como no quiero que esto siga eternizándose y es mi intención regresar a mi ritmo de vida normal ahora que vuelvo a tener conexión de internet en casa, voy a ser una Mala Hierba diligente y mañana mismo subiré nuevos materiales. ¡Resañas, resañas everywhere! [o algo por el estilo].

Ale, con Dios, hierbajos.


Fdo.
O.

domingo, 18 de septiembre de 2016

Conociendo a Edward Cullen


Bueno, vamos a ello. Os advierto que soy la única mala hierba que no escribe, así que no esperéis
grandes cosas. Ortiga y Zarza me han pedido que conteste a algunas idas de olla frases de Edward Cullen como si fueran dirigidas hacia mí (ahora que por fin he cogido plaza MIR y vuelvo a dormir…para que veáis que son malas con todos). Esto es aún más divertido porque yo no he leído ninguno de los libros de Crepúsculo. Sí que sé de qué van, porque, hasta ahora, vivo en la Tierra, pero no me los he leído. Diréis que podría leérmelos ahora. Tendréis razón. Pero es que estoy con “La ciudad de los prodigios” de Mendoza y, la verdad, pasando, que luego Mendoza se enfada y dice cosas muy feas de la literatura actual.

Así que voy a hacerme con un recopilatorio de frases del susodicho (sorprendentemente hay varias webs peleándose por el título de mejor colección de frases de Edward) e intentaré responderlas inventando imaginando el contexto. Comencemos:


domingo, 4 de septiembre de 2016

Recopilación de imágenes #50MalasHierbasdeGrey


Para los que no nos seguís por Twitter, aquí tenéis una recopilación de las tonterías que hemos estado posteando en nuestras redes sociales. Ciertamente, las cosas serían muy distintas si las malas hierbas estuviéramos en 50 sombras de Grey en lugar de Bella Anastasia.

sábado, 20 de agosto de 2016

Cincuenta Malas Hierbas de Grey - capítulo 6



6



Paso la mayor parte del resto de ese día en comisaría y haciéndome un molesto y terriblemente violento chequeo que añadir a la denuncia contra José. Pero lo peor, casi peor que llevar mi ropa vomitada de ayer en una bolsa de plástico por si me la piden, es que tengo que admitir que hubo un testigo visual de la agresión y señalar quién era con nombre y apellido, lo cual quiere decir que todavía no voy a poder librarme de cierta persona, parece ser. Lo bueno es que, como recompensa por mi esfuerzo, tengo desayuno gratis para varios días esperándome de vuelta en casa y eso me hace muy feliz. Así que intento centrarme en la parte positiva y olvidar el resto.

miércoles, 20 de julio de 2016

Cincuenta Malas Hierbas de Grey - Capítulo 5

Sí, queridos hierbajos: Zarza me ha dejado a mi suerte, la muy furcia. Y aquí vuelvo yo con un capítulo nuevo de esta abominación.

A partir de este punto, esto ya se despega de la historia original. Como os podréis imaginar, no había manera humana que mi personaje se fuese a despertar a la mañana siguiente en la habitación de hotel de él sin saber cómo ha llegado hasta allí, y encima sin pantalones. Lo siguiente hubiese sido un largo proceso judicial que no tendría ninguna gracia.

Como ya os avisé, no prometo que vaya a haber más entregas, así que ¡disfrutadlo mientras dura!

lunes, 11 de julio de 2016

Hablemos de sexo... o mejor, de consentimiento y té.

Cicuta -Hola. Aquí Cicuta al habla.
Lectores -Hmmm… ¿y quién eres tú?
Cicuta-La admiradora de Javier Marías. ¿No me recordáis? Escribí un par de entradas bastante exitosas en su día.
Lectores-…….
Cicuta -Había chaquetas pervertidas y amigos de Elvis y pollas con ojos y…
Lectores (horrorizados) -¡Queremos a Zarza! ¡Queremos a Ortiga!
Cicuta –Pero Zarza y Ortiga no os quieren a vosotros. Muajajajaja.
Fin.

Veo que estos últimos días Zarza y Ortiga se lo han estado pasando en grande escribiendo sus fanfics de Cincuenta Sombras de Grey y After. No he leído ninguno de ambos (oh, malditos referentes. Las obras, no; los fanfics, sí… o sea, los fanfics de Ortiga y Zarza, no los fanfics de… [inserte aquí búsqueda en Google] E.T. E.L. James y Anna Todd. Me estáis entendiendo, ¿verdad?), pero he oído hablar demasiado lo suficiente de ellos como para formarme una opinión.
Y mi opinión es que este es el momento apropiado para robar tomar prestado despiadadamente el nombre de la sección de Ortiga y hablaros de sexo.
En concreto, yo venía aquí a hablaros de consentimiento. Y de té.


Hace cosa de un mes, se hizo viral en internet la carta que una víctima de violación en Stanford escribió a su atacante (Brock Turner, para más señas). El caso se convirtió en un boom mediático a raíz del fallo (fallo indeed) de condena del violador,  que ascendía a la friolera de… seis meses. De los que probablemente cumplirá tres por buena conducta. Y porque se le da muy buen nadar, ¿sabéis? (los lectores miran confundidos a la pantalla y se preguntan: ¿qué tiene que ver el nadar con las agresiones sexuales? ¿Arrojará esta entrada una nueva luz sobre el comportamiento voluptuoso atribuido a los peces (espada)? ¿Está Cicuta recibiendo tratamiento para superar el uso y abuso de los paréntesis, los corchetes y los tachones?). Cicuta –Lamento traicionar vuestras expectativas pero las respuestas son: nada ("nada" ¿lo pilláis?), definitivamente no y… no.

Es muy posible que ya la hayáis leído, pero, por otra parte, también es posible que no tengáis ni idea de qué os estoy hablando. Por si acaso, aquí os dejo la carta original y aquí una traducción al español que no me gusta. Lo siento, no tengo tanta paciencia como Ortiga y no voy a ponerme a hacer una traducción propia de todo el documento. En cualquier caso, os aconsejo que leáis el original, pero si no confiáis lo suficiente en vuestro nivel de inglés, ahí tenéis la opción en castellano. Para que luego digáis que no soy generosa. 
Como respuesta a mi generosidad (y al valor de la muchacha que la ha escrito), deberíais tomaros el tiempo de leer la carta. Pero, sobre todo, deberíais leerla porque es un texto fantástico (me da igual ponerme explicativa): devastador y esperanzador al mismo tiempo, lleno de verdades como puños y no exento de ciertas pinceladas de humor.  Es evidente para mí que esta chica tiene un nivel de madurez y de claridad mental acojonantes. Pensaba incluir un resumen de la historia para los vagos que no se hayan molestado en seguir los links. Pero lo cierto es que sería absurdo, porque los hechos en sí, lamentablemente, no tienen nada de original:
Chica va a fiesta. Chica se emborracha hasta perder la conciencia, o casi. Chico abusa de ella pero… hey, ella nunca pronunció la palabra "no", así que no cuenta como violación, ¿verdad? (Hemos de suponer entonces que las personas demasiado asustadas para hablar, las personas inconscientes y las personas mudas, por definición, no pueden ser violadas. ¿No es maravilloso? Estoy segura de que esta mágica inmunidad les resulta muy tranquilizadora). Chica se despierta en el hospital y es sometida a los exámenes de rigor. A pesar de que hay testigos y pruebas bastante irrefutables, chico tiene una reputación que mantener (es muy buen nadador y aspira a participar en las Olimpiadas… ¡pobre joven, con el futuro brillante que lo espera y teniendo que inquietarse y perder el apetito por menudencias como esta!) y sus padres tienen mucha, mucha pasta, así que chico decide ir a juicio para probar que todo ha sido un tremendo error (pero no su error, no, sino un error cósmico de autoridad ambigua). El padre de chico lo defiende: su hijo no debería pagar "un precio tan alto por 20 minutos de acción" ¡Ah, cruel destino! ¡Qué injusto que la vida e identidad de una persona puedan quedar completamente arruinadas en 20 minutos! Es inadmisible, intolerable… Oh, wait… El juzgado declara culpable al chico, pero el juez dicta sentencia de 6 meses de cárcel máximo porque una sentencia mayor "tendría un impacto severo en él" (err… esa es la idea).
Conclusión: El juez Aaron Persky consiguió su toga en una tómbola.
BONUS: ANTOLOGÍA BREVE DE MOMENTOS ESTELARES DE LA DEFENSA DE BROCK TURNER (de aquí en adelante –bueno, técnicamente, de aquí en adelante y en "atrás"-- las traducciones son mías).

-Brock lleva su argumentación un paso más allá. No es solo que ella no dijera explícitamente "no quiero esto" sino que… ella "le frotó la espalda". De donde se deduce que, obviamente, lo estaba "disfrutando". Porque cuando una persona medio inconsciente a la que estás aplastando con tu cuerpo te toca la espalda, eso, amigos míos, no puede ser un torpe intento de zafarse de ti, no. Un golpecito con la mano significa inequívocamente "me gusta" y nunca "apártate" o "déjame" o "estoy haciendo movimientos inconscientes con mis manos porque, de hecho, estoy inconsciente".

-Brock dice que el único motivo por el que estaban haciéndolo en el suelo, detrás de un vertedero, es que ella se cayó allí. Creo que empiezo a entender cómo funciona el cerebro de este muchacho a través de silogismos falaces:
*La mayor parte de la gente tiene relaciones sexuales en una posición más o menos horizontal.
*¡Guau! Está chica se ha caído, adoptando una posición horizontal.
Conclusión: esta chica me está pidiendo sexo salvaje a gritos (gritos metafóricos, claro).

Entre el frotamiento de espalda y la caída, creo que Brock se ha ganado la medalla de "Maestro del lenguaje no verbal".


-Brock manifiesta su deseo de reformarse dando charlas educativas sobre los peligros de la cultura de borrachera universitaria y la promiscuidad sexual que la acompaña.  La autora de la carta responde muy sabiamente a esta iniciativa: "Muestra a los hombres cómo respetar a las mujeres, no cómo beber menos". Pero, visto lo visto, no me extrañaría que su objetivo ni siquiera pasara por instar a los hombres a beber menos. A lo mejor sus charlas están dirigidas a mujeres. "Los peligros de la bebida" por Brock Turner. "No os emborrachéis chicas… o correréis el riesgo de acabar violadas por alguien como yo". Un revulsivo instantáneo, en todos los sentidos.

-El abogado de Brock afirma que Brock "tenía una erección porque hacía frío".
Se comprende ahora un poco mejor que el abogado no entienda el concepto de "agresión de sexual" porque, por no entender, no entiende ni cómo funciona un pene.


-El abogado de Brock, de nuevo, esa fuente de sabiduría: "sí, su enfermera confirmó que había abrasiones e irritación en su vagina, así como traumatismos genitales significativos, pero eso es lo que ocurre cuando le haces un dedo a alguien." No sé de qué me extraño. Raro sería que un hombre que no sabe cómo funciona un pene supiera cómo funciona una vagina. (Aclaración por si hay algún lector desinformado: por norma general, eso no es lo que tiene que ocurrir cuando le haces un dedo a alguien, como no sea a través de algún tipo de práctica BDSM consensuada de antemano).
"Consensuada", ésa es la palabra clave. Consensuar, consensuado, CONSENTIMIENTO. Hablamos de violación o agresión sexual cuando hay actividad sexual sin consentimiento de una de las partes implicadas. Pero, ¡oh, en este mundo de señales ambiguas, de personas que te frotan la espalda y se caen al suelo cuando van borrachas, oh, ¿cómo descifrar las obscuras señales para saber si cuentas o no con su consentimiento?!
Afortunadamente, Rock Dinosaur Pirate Princess ha dado con la analogía clave para aliviar estas dudas y preocupaciones: tener sexo con alguien es, a efectos de consentimiento, como invitarlo a tomar el té.
Así que, supongamos que tenéis un invitado en casa y le preguntáis: "¿Te apetece una taza de té?", y el invitado contesta: "Sí, me encantaría una taza de té". Entonces, lo que probablemente ocurra, es que le haréis una taza de té, el invitado se la tomará con gusto, y ambos os quedaréis tan contentos.
Pero también podría ocurrir que el invitado cambiara de opinión y, cuando le trajerais la taza de té, la rechazara: "Lo siento, pero ya no me apetece/No me encuentro bien/De repente tengo antojo de Biofrutas/Loquesea". Bien pues, en esta situación, no importa cuánto trabajo os haya costado preparar el té con todo vuestro amor y cariño, no importa la ilusión que os haga darle a probar vuestro nuevo té negro con dulce nuez de macadamia. Nada de esto importa, porque, se mire por donde se mire, no es social ni moralmente aceptable ponerle un embudo en la boca a esta persona para obligarle a beberse el maldito té que ya no les apetece tomar.   

Supongamos que, cuando volvéis, os encontráis con que vuestro invitado está inconsciente en el suelo. Ciertamente, vuestro invitado no puede deciros ahora que ha cambiado de opinión y ya no le apetece té. Así y con todo, sigue sin ser ni moral ni socialmente aceptable colocarle un embudo a la persona inconsciente en la boca para verter el té en su garganta porque las personas inconscientes NO quieren té. NUNCA. Las personas inconscientes no pueden querer nada, porque están, vaya, inconscientes. Y lo que hay que hacer con ellas es colocarlas en un lugar y posición seguros, cerciorarse de que están bien, que están respirando, que no se han dado un golpe en la cabeza al caer, etc. Deberían colgar un cartel disuasorio, de esos de NO PISAR LA HIERBA o NO ALIMENTAR A LAS PALOMAS, en todo campus universitario, hermandad, discoteca o local de fiestas, que rezara "NO VERTER TÉ EN LA GARGANTA DE LAS PERSONAS INCONSCIENTES", a falta de un cartelito de "NO TOCAR LOS GENITALES DE PERSONAS INCONSCIENTES", que no creo que fuera muy aceptado entre el puritanismo americano. Pero por algo se empieza.

Tampoco es aceptable, por ejemplo, presentarse con una tetera, cual vendedor de Biblias pesado, en la puerta de alguien que fue a tomar té a tu casa la semana pasada:

Knock, knock.
--¿Hola?
--Hola. TE HE HECHO TÉ.
--Errr… gracias. Eso es… muy bonito de tu parte. Pero la verdad es que ahora mismo no me ap…
--PERO LA SEMANA PASADA SÍ TE APETECÍA, ¿EH?
--Bueno, sí,  pero es que ahora mismo no tengo ganas de…
--CLARO QUE SÍ, ERES BRITÁNICA. LOS BRITÁNICOS SIEMPRE BEBÉIS TÉ. NO INTENTES NEGARLO, MUJER.
--…
  

El otro día Zarza y yo estuvimos pensando en qué pasaría si fusionáramos el lamentable caso Stanford con la analogía del té. Tendríamos entonces la historia de una pobre chica que se despertó con la ropa manchada de té verde y quemaduras de segundo grado en la cara, el torso y la garganta. ¿La causa? Un joven fue descubierto vertiendo dos tazas de té hirviendo en los labios de la víctima inconsciente.
El acusado aduce que él le había comentado que era un gran aficionado y coleccionista de tés y ella había accedido a probar una taza en la fiesta. El único motivo por el que la mujer acabo manchada de té y con el pelo lleno de agujas de pino es que se cayó al suelo. ¡Y es muy difícil que el líquido entre bien en la garganta de alguien que está tumbado! Si al menos se hubiera quedado sentadita con la espalda erguida… En cualquier caso, está muy arrepentido de ello y va a iniciar un ciclo de charlas de concienciación sobre los peligros del alcohol en la comunidad universitaria, bajo el título "No soy yo, es el alcohol". La primera conferencia, "Del vodka al té: una progresión peligrosa", ya ha tenido lugar y ha sido todo un éxito.

Así las cosas, podemos imaginar al abogado defensor del (presunto) agresor haciendo a la víctima preguntas como:
"¿Nació usted en Londres, verdad? ¿No es Inglaterra un país conocido precisamente por el gusto de sus habitantes por el té? ¿Cuántos años lleva usted bebiendo té? ¿Con cuánta frecuencia bebe té? ¿Cómo son las tazas que usa: con mensajes graciosos o motivadores impresos, con dibujitos infantiles o son de marca blanca o publicidad? ¿Cuál es su té favorito? ¿Qué llevaba puesto el día de la agresión?¿No es cierto que en su camiseta aparecía un Tiranosaurio Rex con bombín y una taza en la que se podía leer el texto "Tea-Rex"? ¿Si? Ajá, que conste eso en acta. ¿Y no es té verde lo que encontraron en su ropa manchada?¿Acaso no es verdad que usted habló con mi cliente y le dijo que el té verde era su favorito?¿Pero no ha dicho antes que era el té rojo? ¿Mintió a mi cliente o está faltando a su juramento aquí? Que conste en acta la discrepancia.

El abogado defensor continuaría su alegación diciendo cosas como: "si el té estaba ardiendo es porque hacía mucho frío" y "sí, su enfermera confirmó que había abrasiones e irritación en su boca y garganta, así como quemaduras significativas en el pecho y los brazos, pero eso es lo que ocurre normalmente cuando alguien bebé té."
Y por "alguien", suponemos que se refiere a un mandril. Bebiendo de un colador.

Y hasta aquí la lección de hoy. Que viva el consentimiento y que viva la sana educación sexual –que todavía deja mucho que desear, tanto en EEUU como es España. Pero poco a poco, vamos mejorando. Brindo optimistamente (con té) por ello. 

martes, 28 de junio de 2016

Besos entre líneas, de May R. Ayamonte y Esmeralda Verdú

Título: Besos entre líneas
Autoras: May Rayamonte Rayamanta Batamanta R. Ayamonte y Esmeralda Verde Verdú
«Emma es una joven cuya vida no es nada fácil. Cuando tenía seis años, su madre murió en un accidente de coche y su padre, al que tiene que cuidar los fines de semana, sufrió grandes secuelas físicas e intelectuales. Entre los estudios y sus responsabilidades familiares, Emma no tiene mucho tiempo para hacer lo propio de su edad. Pero por suerte hay algo que anima sus días: la literatura. Los libros, su blog y su nuevo canal de Youtube son su refugio, y mientras todas las personas de su entorno tienen vida social, Emma prefiere pasar las horas en la biblioteca.
Todo cambia cuando Eric, el chico que acaba de llegar al pueblo, entra en su vida. Eric es guapísimo y arrollador, pero también esconde muchos secretos y un pasado oscuro por el que tiene que cumplir condena haciendo trabajo comunitario.
¿Podrá Eric sacar a Emma de la burbuja en la que vive? ¿Por qué la relación con Eric es tan complicada y confusa?¿Por qué es tan hermético y enigmático? ¿Qué oculta?»

Seamos honestos: todos sabemos que, con esta sinopsis, no hubiera hecho falta leerme el libro entero para poder sacarme una entrada completa de la manga.

Queridos hierbajos: he vuelto. Y mirad qué cosa tan bonita os traigo como regalo. No, todavía no hemos terminado con el evento Pon una Mala Hierba en tu libro: dado que hablamos de self inserts, en realidad esta crítica nos viene al pelo.

Veamos. Emma es una pobre desgraciada y su vida es un dramón [Zarza: que no un Dramión]. Creo que hasta ahí todos lo hemos entendido. Ahora bien, el hecho de que Emma no haga «lo propio de su edad» (lo que quiera que sea eso) no es tanto una cuestión de tiempo como de que sencillamente no le interesa: porque tiempo tiene para hacer las cosas que sí le gustan además de sacarse el Bachillerato (lee, lleva un blog, graba vídeos, pasa horas en la biblioteca [como bien dice esta sinopsis tan mentirosa y contradictoria]). Quiero decir que no es que la pobre muchacha tenga que estar 24/7 pendiente de su padre discapacitado y su hermana anoréxica rehabilitada. Tampoco nos pasemos: también tiene una tía (tutora legal) perfectamente funcional, aparte de otras consideraciones (como el hecho de que el padre discapacitado está internado durante la semana en una residencia, la familia sólo se ocupa de él los fines de semana).

Jacob después de comerse a todos los vampiros.
Aparentemente, sin embargo, TODO cambia cuando aparece el pipiolo de turno. ¿Todo lo anterior? ¿La madre de Emma ya no está muerta, el padre ya no está discapacitado, Emma tiene mucho tiempo para hacer las cosas «propias de su edad», la Literatura ya no le anima los días, los libros dejan de ser su refugio para ser su trampa mortal, deja de ir a la biblioteca…? Se trata de un pipiolo «guapísimo», «arrollador» (sorprendente giro argumental) y, visto lo visto, mágico. Además es MISTERIOSO porque guarda un SECRETO, y es malote porque tiene un «PASADO OSCURO» [nunca descubrió el interruptor la luz]. Y Wannabe se desmaya de gusto. Creo que todos seguimos entendiendo la situación. [Por cierto, ¿os irrita tanto como a mí la fijación que muestran los libros y sus sinopsis con el físico de la gente? La Wannabe sólo tiene que ser coñaza: lo habitual es que sean guapas para que así sus lectoras se sientan mejor, pero se quiere presentar como que su físico no importa porque estos son libros principalmente escritos por mujeres y dirigidos a un público femenino adolescente que quiere pensar que son progres o algo y están luchando por la liberación de la mujer de la obsesión estética tradicional. El chico, sin embargo, siempre tiene que ser el más guapo, atractivo y carismático de todo el lugar. La vida sería mucho más aburrida sin un poquito de doble moral aquí y allá.]

Pero sobre todo, sobre todo quiero hablaros de las preguntas que nos lanza el sinopsista:


jueves, 23 de junio de 2016

Cincuenta Malas Hierbas de Grey - Capítulo 3

Queridos hierbajos, yo ya tengo cinco capítulos escritos de esto y estoy bastante convencida de que lo voy a dejar ahí: me he cansado de escribir (esta cosa), me apetece leer.

Todavía no sé cuándo vamos a terminar este evento exactamente, pero seréis los segundos en saberlo (las primeras me temo que tendremos que ser nosotras, es axiomático para que podamos informaros).

Por lo pronto, aquí os dejo la tercera parte de mi periplo con esta historia. Opino que es mucho más desquiciada que graciosa en este punto, pero Zarza parece haberlo disfrutado bastante así que no sabría qué deciros.

Toda vuestra.

martes, 14 de junio de 2016

Cincuenta Malas Hierbas de Grey - Capítulo 2

Queridos hierbajos, he de admitir que, tras pasarle este capítulo a Zarza para que me diese su opinión y que ella contestase que me «shippea mucho con Grey», estoy francamente asustada del rumbo que está tomando este evento...

[Zarza me obliga a introducir una matización a su comentario (bajo amenazada de ponerme un mono bajo la almohada): no nos shippea como pareja romántica sexual, sino como algo parecido a... yo le soporto y él por mi sana influencia se busca un psicólogo y se vuelve mejor persona, pero yo sigo pasando de su culo; él abandona sus prácticas sadomasoquistas y considera hacerse célibe para poder estar conmigo, y yo sigo pasando de su culo porque de todas formas está loco y es un stalker. Fin :D]

En todo caso, aquí tenéis la nueva entrega de mis desafortunadas desventuras con zumbados literarios varios.

domingo, 5 de junio de 2016

Cincuenta Malas Hierbas de Grey - Capítulo 1

Pues sí: esta Mala Hierba ha decidido escribir una escena AU autoinsertándose en la n… cosa Cincuenta sombras de Grey. Específicamente, voy a reescribir el primer capítulo (o quizá sólo una parte, lo veré sobre la marcha), ese en el que la tal Anastasia va a hacerle la entrevista al petardo a su oficina.

Queridos hierbajos, nos vamos a reír. Bueno, quizá vosotros no. No estoy especialmente inspirada hoy en ese sentido. Solo es que me apetecía probar.

Por cierto, como soy una Mala Hierba, me lavo teatralmente las manos en cuanto a la prosa. Muajaja. No voy a mejorar el texto en ningún sentido, va a seguir teniendo received text, siendo explicativo y usando resumen, porque para empezar muchas de las cosas se van a quedar tal cual están en la obra original. Yo me limito a autoinsentarme en las partes dedicadas a la prota, porque soy así de Mary Sue.

[Aquí os dejo un link a la versión original (en español) del libro, por si queréis ver cómo era la escena que escribió E. L. James: http://www.todocelaya.com/libros/Cincuenta-Sombras-de-Grey.pdf]
Free Pencil 2 Cursors at www.totallyfreecursors.com